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Sobre como ir al cine calma la ansiedad, una protagonista femenina eleva aún más a un director excelente y las bondades de un autor irregular

Si hay algo que me genera ansiedad es la cantidad de películas y series que hay para ver. Pero no aquella ansiedad de quien navega por una plataforma sin saber muy bien qué ver, e intenta decidirse por una u otra novedad o una pequeña joya oculta que no ha sabido ver en su momento. No. Mi ansiedad anida en otro lugar. Es la ansiedad de saber exactamente qué quiero ver, tomar conciencia de su disponibilidad, y tener la certeza de que la elección dejará tanto sin ver porque el tiempo es tirano y escaso.

Por ejemplo, esta semana están disponibles cuatro películas que he esperado meses para ver. Cuatro. ¿Cómo elegir solo una? La semana que viene serán otras cuatro, o más, ya se acerca la temporada de premios (esa época que transcurre los meses previos a la entrega de los Oscars) y la oferta sube.

Decido desplazarme. Desplazarse siempre es una buena opción. Es decir, ante la comodidad de ver en una plataforma o “por ahí” esa película que pasó por Cannes o Venecia - y hoy está disponible en ese sitio hermoso pero oscuro que es internet - me decido y voy al cine.

A ver la última película de Scorsese.

A ver la última película de Fincher.

Scorcese. Le debemos tanto al simpático Marty. Yo en particular le agradezco infinitamente una de las, para mi, mejores películas e interpretaciones de todos los tiempos, la de Robert De Niro en Taxi Driver (1976, disponible en HBO Max); haberme divertido enormemente con esa comedia, menor en su filmografía, que es After Hours (1985, no disponible en ninguna plataforma); o pasar terror con Cabo de Miedo (1991, dispobible en Amazon Prime), tan adelantada a la época del stalkeo. ¿Son las mejores películas de un director que viene trabajando ininterrumpidamente desde hace más de cuarenta años? No lo sé, pero son mis películas favoritas..

Los Asesinos de la Luna es excelente, por muchos motivos, pero elijo destacar a su protagonista - o coprotagonista - femenina, Lily Gladstone. Y es que es una rareza en las películas de Scorsese que las mujeres se destaquen. Excepto la fantástica - y hoy imposible - interpretación infantil de Jodie Foster en Taxi Driver, o Sharon Stone en Casino, sus películas son habitadas principalmente por hombres. Los asesinos de la luna no es la excepción, está repleta de hombres, los hombres son la carne de la historia, pero el personaje de la actriz, Mollie, es la razón de ser de esta historia real, la historia de la comunidad Osage, diezmada por los blancos en la época de la fiebre del oro. Es en ella donde la película respira, tiene los mejores diálogos (y miradas, y silencios), se roba todas las escenas (las que comparte en su gran mayoría con Di Caprio, y hay que robarle a Di Caprio), y es tan absorbente que la historia decae en aquellos momentos en los que ella no está presente. Los asesinos de la Luna es la gran película que es por Lily Gladstone. 

Fincher. No soy fanático del cine de Fincher. Me encantó Seven (1995, HBO Max),  reconozco lo atrevida que es para su época Fight Club (1999, HBO Max y Netflix) pero no me marcó como a mucha cinefilia moderna y su Alien 3 (1992, Star +) está muy bien pero prefiero las dos anteriores. Y cito sus películas noventeras porque creo que fue su mejor década. Luego es irregular, con películas malas, Mank (2020, Netflix) a la cabeza, muy bien desde lo técnico pero aburridísima y otras muy buenas o casi excelentes como Zodiac (2007, HBO Max). Sin embargo, hay que destacar que ninguna de sus películas pasan inadvertidas, y todas son una fiesta.

The Killer no es la excepción, y es casi un diez. Un asesino a sueldo interpretado por Michael Fassbender falla en su último encargo en un París que “despierta como ninguna ciudad en el mundo” y a partir de ahí se desplaza por distintas partes del mundo (República Dominicana, Los Ángeles, Nueva York) tratando de “solucionar” los efectos colaterales del error mientras navega en una profunda crisis existencial. ¿Pero qué es lo que hace de un guión bastante común una excepcionalidad? Un director como David Fincher. La película está lejos de ser una cinta de acción, pero las escenas de acción son geniales, tampoco es un drama pero esas escenas largas, pausadas, nostálgicas, están cargadas del dramatismo justo para sumergirte en la crisis del protagonista. Y pocos directores trabajan la puesta en escena como Fincher. The Killer podría ser un diez, no sé por qué no lo es, tal vez hay algo frío en la ejecución de la historia, pero no me quejo, es así, y así es genial.

Y si me genera ansiedad elegir qué ver en un tiempo no acotado, ni se imaginan el estrés que me puede generar elegir qué ver en un festival de cine donde cientos de películas se proyectan en apenas diez días. Anoche me junté con mi amigo Sebas a elegir qué ver en el Festival de Cine de Mar del Plata, al que iré la semana que viene, y contra todo pronóstico hemos logrado ponernos de acuerdo bastante rápido. Me encanta viajar a Mar del Plata a este festival, y sin embargo los compromisos, la agenda, la falta de días para “vacacionar”, y hasta una pandemia han conspirado en que sean tan pocas las veces que me he podido retirar días completos a ver hasta cuatro películas por día. Este 2023 será mi tercer año en el festival de la feliz. Y estoy ansioso. Cómo no. 

Hasta la próxima

PD: Una de las cosas en las que anoche nos pusimos de acuerdo es en que vamos a cerrar el festival viendo mi película favorita argentina, Martin Hache, de la que hablé en el newsletter anterior. Van a proyectarla en el festival en el marco de un homenaje a Adolfo Aristarain (con solo dos películas, la otra es Un lugar en el mundo). Nunca la ví en cine. Me encontré con ella una tarde de domingo en un videoclub hace 20 años y desde ahí la he visto muchas, muchas veces, pero nunca en cine. Y nunca con Sebas. Estoy emocionado, y ansioso.